¿El sueño despierto otorga miedo? Una observación a las pesadillas lúcidas y a la parálisis del sueño

Así que has escuchado comentar del sueño despierto y deseas intentarlo. Las opciones suenan realmente bien, pero puede que te preocupe. ¿Da miedo?

La respuesta fácil es no. El sueño despierto es menos aterrador, en promedio, que el sueño habitual. Estar despierto supone que entendemos que nos encontramos soñando, y esto enseña mayormente por qué estos sueños no acostumbran ofrecer miedo. En un sueño habitual, suponemos que nos encontramos experimentando la circunstancia donde nos encontramos. Mientras nos encontramos lúcidos, entendemos que no lo nos encontramos, por eso nuestro miedo no es tan enorme.

¿Significa esto que los sueños lúcidos jamás dan miedo? No. Las cosas no en todos los casos van como esperamos. Miraremos estos sueños lúcidos y pesadillas algo más tarde.

Otro lugar donde las cosas se tienen la posibilidad de poner espantosas es a lo largo de la parálisis del sueño. Mucha persona encuentra esto aterrador, pero no es una sección regular del sueño despierto. Además, observaremos esto algo más tarde.

¿Los sueños lúcidos son aterradores?

Un sueño despierto regular no posiblemente sea aterrador. Inclusive si no controlas el sueño de ninguna forma, sabes que no existe y nada puede hacerte inconveniente.

Aquí hay algo considerable de lo que hay que ser consciente: cuando un sueño despierto se regresa malo, perdemos la lucidez.

La lucidez puede ser algo complicado de sostener. Sólo porque te coloques despierto en un sueño no supone que retengas esa conciencia a lo largo de en todo momento. Hay algunas formas en que esto puede provocar un inconveniente mientras se sueña:

  • Te vuelves despierto, pero no tienes un plan definido, empiezas a divertirse con lo que se despliega, y después vuelves a un sueño habitual.
  • Estás despierto, pero es de bajo nivel, sabes que las cosas no existen, pero reaccionas emocionalmente y después se te escapa.
  • Estás despierto en un nivel prominente, pero pasa algo que te pone nervioso, entras en pánico y te dejas llevar.

Aquí hay un caso de muestra de la primera o segunda circunstancia.

Estás despierto en un autoservicio. Miras a tu alrededor toda la comida y la multitud. Deseas ver a un viejo amigo, pero no estás seguro de cómo llevarlo a cabo. Esperas ver a la persona en la multitud. Te cuestiones si podrías salir de la tienda e proceder a buscarlos. Oyes un golpe por detrás; alguien se cayó. La multitud preocupada se agrupa y solicita asistencia. Te acercas para comprobarlo.

En este punto, estás envuelto en la circunstancia. Si la circunstancia empeora (te culpan del incidente, alguien te amenaza de forma física o hay un cambio de escena desconcertante), estás en una verídica pesadilla.

Aquí hay un caso de muestra para la circunstancia #3.

Estás despierto en un campo. Deseas volar, por eso flotas en el aire, cubres algo de lote, y después vuelves a bajar. Estás próximo de utilizar un procedimiento para hacer un personaje de ensueño que te agradaría ver cuando notes algo en la distancia. Hay un león que se dirige hacia ti. El miedo te golpea súbitamente. Tu lucidez se desvanece en un momento cuando empiezas a correr.

Un león viene hacia ti. La manera en que reaccionas establece cómo va tu sueño.

¿Puedes estar despierto a lo largo de una pesadilla?

Sí. Tu lucidez no en todos los casos se disuelve cuando las cosas se ponen profundas. Esto es principalmente cierto en el caso de que seas un soñador despierto experimentado. Tu cabeza se acostumbrará al tipo de infracciones que te hurtan el sentido habitual.

A ocasiones, esto puede empeorar la vivencia. En este momento, hay dos capas en el inconveniente. Primero, está la vivencia de la pesadilla, como en un sueño habitual. Segundo, está el pánico de intentar huir del sueño generalmente, y preguntarse si vas a ser con la capacidad de despertar.

Afortunadamente, este miedo de quedarse atascado en un sueño despierto es infundado. Ocasionalmente vas a despertar. Una pesadilla lúcida se siente más extendida que otros sueños porque es muy inolvidable y está cargada emocionalmente.

Aún de esta forma, eso no supone que deseamos padecer por medio de estas visiones si no debemos llevarlo a cabo. Echemos una mirada a dos formas en las que tendríamos la posibilidad de hacer mejor la circunstancia.

Cómo parar las pesadillas lúcidas

Lo ideal sería evadir que un sueño despierto, que debería ser interesante, se convierta en algo aterrador. La primordial forma de llevarlo a cabo es sostener la tranquilidad, lo que va en oposición a todas nuestras inclinaciones naturales. Por este motivo, se requiere alguna costumbre para seguir estando ecuánime cuando algo aterrador pasa.

Si esto se puede poder, la pesadilla no va a empezar. Volvamos al ejemplo 3 previo, donde un león que se aproxima amenaza nuestro buen instante. Si puedes mantenerse despreocupado, el sueño no va a ser malo. Piensa que abres tus brazos al león, invitándolo hacia ti. Lo acaricias, le dices que es interesante verlo, y después le dices que salga corriendo en este momento.

Esto trabaja porque tu cabeza está creando todo sobre la escena. Si súbitamente te sientes aterrorizado, tu cabeza te va a proporcionar una historia que lo apoye. Si no estás preocupado, la escena se ajusta a ese sentimiento.

¿Cómo llegas al punto en que reaccionas apropiadamente? Intenta esto:

A lo extenso del día, piensa una intrusión temible en una escena habitual. Ejerce reaccionando como si no fuera ningún inconveniente. Interactúe resumidamente con el elemento probablemente aterrador, y después deséchelo.

Tendrás que llevar a cabo situaciones como esta por un tiempo, pero ocasionalmente esta novedosa oposición se va a llevar a tus sueños.

Hay otras cosas que podrías intentar antes de que el león llegue a ti. Si puedes sostener tu presencia de arrojo, podrías:

  • Cerrar los ojos e imaginar una escena interesante, suponiendo que se verá cuando los abras.
  • Girar cerca de 5 segundos, pensando otra vez en una exclusiva escena.

Obviamente, las pesadillas lúcidas no van a ser siempre las mismas. Deberás llevar a cabo estas simulaciones en cada pesadilla que poseas, e imaginar otras novedosas, además. Intenta sentir el miedo mientras haces esto. Tu respuesta emocional debe estar enlazada, ósea, debe ser el detonante, para tu oposición calmada.

Cómo despertar de una lúcida pesadilla

La oposición instintiva de la mayor parte de la gente al forzar un despertar es gritar, golpearse, tirarse a una pared o infligirse un castigo. Honestamente, algunas veces estas cosas trabajan. No son las técnicas más fiables, ni bastante menos agradables.

En este punto, me salgo de mi vivencia porque no he amado despertarme regularmente de sueños lúcidos, por eso no he probado qué procedimientos son efectivos. Recuerdo extrañas vivencias de hace años cuando ingresé en pánico y usé el procedimiento recién citado de intentar embrutecerme hasta la conciencia. Los resultados fueron diversos.

Un procedimiento habitual para despertar es cerrar los ojos de los sueños por unos segundos y después abrirlos súbitamente. Tus ojos reales además podrían abrirse. Esto trabaja porque nuestros ojos no se paralizan como el resto de nuestros músculos a lo largo del sueño. Todavía se mueven, por lo cual es viable trasladar el control de tus ojos soñadores a los reales.

Una observación, sin embargo: si tus ojos se abren y no te despiertas, puedes encontrarte en una parálisis del sueño.

¿La parálisis del sueño proporciona miedo?

En el planeta de los sueños, la parálisis del sueño tiene una mala valoración, y digna. La mayor parte de la multitud lo encuentra muy aterrador. Puede suceder en un sueño habitual o despierto, o cuando estás despierto.

Durante la parálisis en el sueño usted es consciente, acostado en su propia cama, y no puede desplazarse. Las alucinaciones auditivas como zumbidos, vocalizaciones y otros zumbidos son recurrentes. Las alucinaciones visuales -una presencia vaga, monstruos u otras figuras oscuras- son una sección regular de la vivencia. Muy, hay presión en el pecho, como un peso o una opresión.

Los presagios de vistas y sonidos, combinados con la incapacidad de correr o protegerse, de manera rápida incrementan el nivel de miedo.

Salir de la parálisis del sueño

La lucidez es un prerrequisito para utilizar algún procedimiento de escape. Si no estás naturalmente despierto a lo largo de estos episodios, lograr la lucidez es tu primera prioridad.

Puedes utilizar el mismo procedimiento que arriba para las pesadillas lúcidas. Numerosas ocasiones al día, piense experimentando una parálisis del sueño. Asegúrese de escuchar los sonidos, ver las vistas y, más que nada, de sentir las emociones de la misma. Asegúrese de no desplazarse en absoluto. Dígase a sí mismo que tiene parálisis del sueño, y que todo está bien. Nada puede hacerle inconveniente.

Si puedes lograr este estado mental a lo largo de la vivencia, puedes intentar salir de él. Mi procedimiento favorito es comenzar a mover los dedos de los pies y de las manos. Da igual lo poco que se muevan. Sólo sigo intentándolo. Gradualmente, se moverán más y más, y el control se extenderá a los brazos y las piernas. Próximamente, tendré bastante fuerza muscular para salir de la cama o sentarme. En este momento, estoy en un sueño despierto habitual.

La clave aquí es desensibilizarse al miedo, del mismo modo que lo haría en una pesadilla lúcida. La buena novedad es que es más simple llevar a cabo esto con la parálisis del sueño que con otros tipos de sueños lúcidos de miedo. Las vivencias de parálisis de la mayor parte de la gente son muy semejantes, si no idénticas, siempre que suceden. Gracias a esto, puedes estrechar tu enfoque, imaginando la escena precisa que experimentarás después.

¿Qué hay de los falsos despertares?

Esta es otra forma en que los sueños lúcidos tienen la posibilidad de descarrilar. Cuando te despiertas, estás pasando un largo tiempo despierto. Excepto que de todos modos no lo hiciste. Si este desarrollo se reitera varias ocasiones, se regresa inquietante y el pánico puede instalarse. Te sientes como si estuvieras atrapado en un bucle sin fin.

Los mismos procedimientos descritos previamente además tienen la posibilidad de ser usados para lidiar con falsos despertares.

¿Qué pasa si no trabaja?

No todas las vivencias de pesadillas lúcidas son iguales. Además, la simplicidad para lograr la lucidez y la robustez de la misma varían de un individuo a otra.

Los procedimientos aquí podrían demorar un largo tiempo en filtrarse en el planeta de los sueños. Sigue haciendo un trabajo en tus respuestas sentimentales a esta clase de sueños, y trata de no desanimarte si el avance es retardado. Las técnicas aquí podrían no ser correctas para su caso.

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